viernes, 16 de noviembre de 2007

EL NIÑO Y LA CIENCIA

* Francesco Tonucci
Si continuamos con la línea que venimos planteando, debemos sostener también la idea de que si hay un pensamiento infantil, hay un pensamiento científico infantil.Es decir, sostendremos la hipótesis de que los niños desde pequeños van construyendo teorías explicativas de la realidad de un modo similar al que utilizan los científicos.Entendemos que hacer ciencia no es conocer la verdad sino intentar conocerla. Por lo tanto, debemos propiciar en los niños una actitud de investigación que se funde sobre los criterios de relatividad y no sobre criterios dogmáticos. Esto significa que hay que ayudar a los niños a darse cuenta de que ellos saben, de que ellos también son constructores de teorías y de que es esta teoría la que deben poner en juego para saber si les sirve o si es necesario modificarla para poder dar una explicación a la realidad de que los circunda.Comenzaremos ahora realizando un rápido análisis de lo que ocurre normalmente o frecuentemente en la escuela en el campo de las ciencias y de este modo iremos recorriendo algunos puntos centrales de la cuestión.En líneas generales observamos que existe una tendencia a proponer la ciencia de formas bien distintas, veremos algunas de ellas.Presentando a la ciencia a través de conceptos demasiados simples. Esta forma de acercar la ciencia en la escuela se basa en la idea de que un niño no puede entender las realidades complejas. De este modo, los temas seleccionados son, por ejemplo,las estaciones del año, las hojitas del árbol, la leche de la vaca, etcétera. Esto provoca un desinterés en los niños quienes normalmente prefieren continuar con sus investigaciones fuera del contexto de la escuela, y de este modo van construyendo un conocimiento para la escuela y otro que responde a sus curiosidades y que se mantiene fuera de ella.
Presentando la ciencia a través de conceptos muy complejos, pero de un modo simple. Esta modalidad se fundamenta también en el presupuesto de que de otro modo los niños no lo entenderían, pero da como resultado una distorsión en los conceptos. Y una traición fatal de la propuesta educativa.
* Retomado de: En Con ojos de maestro, Gladys Kochen (trad.), Buenos Aires, Troquel (Serie Flacso acción), 1995, pp. 85-107.

2 comentarios:

norapugacruz dijo...

Paty me parece muy interesante y atractivo para los niños el tema de la ciencia ya que les permite expresar sus intereses y a la vez te felicito por el trabajo que estas realizando en tu salon muchas felicidades sigue adelante.

Carmelita dijo...

paty te felicito por tu blog, ya que me parece muy interesante el acercar al niño desde preescolar, al fascinante mundo de la ciencia.
¡enhorabuena!